Con la conferencia “La Contribución de la política de competencia al crecimiento económico. Implicaciones para la Estrategia Europa 2020”, a cargo del codirector de la Cátedra de Política de Competencia, Luis Palma Martos, se inició ayer el Seminario “Un nuevo escenario para la política de competencia en la Unión Europea”.
La exposición de Palma Martos se orientó a explicar los diferentes mecanismos de transmisión de la política de competencia como herramienta de crecimiento económico. Según el también vocal del Consejo de Defensa de la Competencia de Andalucía, la política de competencia “no solo ayuda a mejorar el funcionamiento de los mercados, sino que también contribuye a la expansión productiva y a mejorar el nivel de vida en los países”.
Usando una perspectiva histórica, Palma Martos introdujo el tema mostrando el sesgo en contra de la competencia en los mercados en España, que condujo entre finales del siglo XIX y mediados del XX un bajo crecimiento relativo de nuestra economía.
El caso más notorio, citó, fue el rezago frente a la economía italiana. En 1895, la renta promedio de un español era 2.4% más bajo que la de un italiano, y 60 años después, esta brecha había aumentado al 75%. “Con las reformas a favor de la competencia de los mercados tomadas hacia los años 60 esta diferencia se redujo al 37% a finales del siglo XX”, explicó.
Palma Martos mostró una amplia evidencia empírica internacional que valida la toma de acciones a favor de este tipo de políticas en la UE. “La mayoría de estudios apuntan a una conclusión robusta: La política de competencia ayuda a extender los mercados e impulsar el crecimiento. Por ello las políticas de competencia en un marco de integración no desvirtúan los potenciales del mercado único”, enfatizó.
Otros de los efectos de las políticas de competencia es la mejora del bienestar. Esto se logra no solo mejorando los niveles de renta de los países, sino también mediante aumentos en el desarrollo humano, que además del ingreso refleja los avances en capacidades básicas como la esperanza de vida y la educación. Según Palma Martos, las políticas aplicadas para intensificar la competencia local y evitar el dominio de una minoría de empresas en los mercados son los dos vehículos más confiables para elevar el desarrollo humano.
Por último, explicó la importancia de las políticas de competencia en las iniciativas emblemáticas de la UE, definidas como líneas de política articuladas para la inversión en I+D, la creación de empleo y la eficiencia en el uso de recursos para estimular el crecimiento económico. Según Palma Martos, este crecimiento debe ser inteligente, sostenible e integrador, para lo cual se debe centrar la atención en aspectos como la innovación, la educación y el acceso a la sociedad digital, pero igualmente a la atención del clima, la energía y la movilidad.
El seminario continúa hoy con la sesión sobre “Las ayudas de Estado en el contexto de las Estrategias de Especialización Inteligente”, en la que participarán la codirectora de la Cátedra de Política de Competencia y vocal del CDCA, María Cruz Arcos, y la representante de la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía, Palma Muñoz Morquilla. El seminario es organizado por la Cátedra de Política de Competencia de la Universidad de Sevilla, la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía (ADCA) y el Grupo de Investigación Análisis Económico y Economía Política de esta misma universidad. Se lleva a cabo en el Aula-Seminario del Centro de Documentación Europea de la Universidad de Sevilla, ubicado en la calle Enramadilla (18-20).
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