El funcionamiento real de las redes de transporte presenta anomalías en numerosas ocasiones que pueden dejar al sistema fuera de servicio durante un largo período. Genéricamente, dotar de robustez a una red de transporte consiste en prever que dicho sistema sea capaz de seguir funcionando ante fallos imprevistos.

Para modelar las caídas de operatividad de estos sistemas, es preciso describir las interrupciones mediante una notación consistente con el modelo de optimización discreta empleado en el diseño. En consecuencia, los escenarios deberán corresponder abstractamente a fallos en los nodos o en las aristas de la red.

Los objetivos de estas Jornadas tienen una vertiente empresarial, en la definición de las rupturas puntuales en la operatividad del sistema y la valoración de sus repercusiones, y otra académica, en el interés por formular real y adecuadamente estos escenarios para guiar las decisiones a tomar ante situaciones de emergencia.